No me ha gustado. La mayor parte del libro no habla de plantas, sino de animales, para intentar sustentar argumento principal de la existencia de consciencia de las plantas. Soy biólogo, catedrático de biología celular, no experto en plantas, pero veo carencias sobre fundamentos biológicos que explican los comportamientos descritos de las plantas, sin necesidad de recurrir a consciencia/inteligencia. Según, los argumentos expuestos, todos los seres vivos, desde bacterias al hombre, serían inteligentes