La seductora canción “Take my breath away” enmarca ésta inolvidable historia en una película para mí inolvidable. Una historia muy juvenil, fresca, ochentera, con aviones, acción, y amor.
Yo creo que ésta es una película con un espíritu muy jovial. Para sentir por momentos la realización de un sueño en la adolescencia ya lejana, donde podía creer que el mundo es hermoso y que presuroso iba al encuentro del amor en mi motocicleta. Un amor sincero, apasionado que era acariciado por el rugido de la moto, mientras el aire chocaba contra mis gafas y la luz del atardecer iluminaba el asfalto, con unas bellas palmeras como fondo bordeando el camino. Bendita juventud. Bendito amor.