Acabamos de estar allí y nos hemos venido sin comer, y lo que es más fuerte, la camarera al retirar los platos ni pregunta porqué los devolvemos intactos! El rejo de pulpo de 14€ el plato, súper súper blando y las papas cocidas de acompañamiento, más que secas, sin toque de pimentón ni nada….
El adobo de araña de 12€ la fuente, pasable pero nada del otro mundo para el precio que tiene, y el canelón de carrillera es lo único salvable de la noche, pero como digo, tampoco “ para echar cohetes”.
Servicio de atención LAMENTABLE, no volveremos más, ha bajado mucho pero que mucho, la calidad de sus platos.