Buenas ideas, novela mediocre y serie que, lejos de redimir los defectos de la novela, los enfoca y aumenta. A los de Elda nos da risa esa falacia que se han montado de pueblo y de gente y personajes que no se la cree nadie. A quien se le diga que hablan valenciano los de mi pueblo y beben agua de Valencia en fiestas de moros, se parte de la risa.