Mucho se conoce de la historia de fuga de Fujimori, pero no se habla en igual medida de su intento de regreso al país. Su intento de volver al Perú y su captura en Chile son, precisamente, los momentos que este libro del investigador Carlos Meléndez explica de manera detallada.
¿Por qué salió Fujimori de la comodidad de Japón? Esa es una pregunta que con seguridad muchos se han hecho y la única respuesta plausible es que Fujimori subestimó las fuerzas que tendría que enfrentar y calculó mal —o mejor dicho sus asesores calcularon mal— la protección que podría conseguir en el país sureño. Aunque, claro, no hay que dejar de lado la necesidad del expresidente de volver a sentir algo de ese poder que había dejado atrás.
Meléndez explica quiénes fueron sus colaboradores más cercanos —incluyendo a su esposa japonesa, Satomi Kataoka— y el rol que ellos tuvieron en el tránsito de Fujimori hasta Santiago de Chile. También repasa al otro bando, al de los políticos y abogados peruanos que buscaron desde un principio capturar a Fujimori, aunque sus esfuerzos —a decir de los argumentos presentados por Meléndez— no tuvieron mayor éxito sino hasta que el propio Fujimori salió de la seguridad del Japón y se aventuró al Chile de Michelle Bachellet, una gobernante hija de una víctima de la dictadura de Pinochet y defensora de los derechos humanos.
¿Por qué el libro lo llama “Chinochet”? En realidad, el texto señala que fue un periodista chileno el que le preguntó a Fujimori si «¿se llamaría Chinochet si fuera presidente otra vez?», recordándole además que el propio Fujimori se había autodenominado así en algún momento. Ese símil probablemente fue uno de los factores que determinaron su destino.
El libro se lee de forma ágil y es corto: solo tiene 124 páginas; aunque sí contiene abundantes pies de página, como una tesis. Su lectura es recomendable.